Estamos muy ilusionados porque este mes de diciembre arranca el nuevo proyecto europeo en el que está integrado REGIOlab, el proyecto EXIT. Este proyecto se dedicará a estudiar a las ‘left-behind regions’

El concepto de ‘left-behind’ ha suscitado una creciente atención política, mediática y académica en los últimos tiempos. Sin embargo, la comprensión de lo que significa que una zona sea “left-behind” varía mucho y está sujeta a diferentes interpretaciones.

EXIT es un proyecto financiado con fondos europeos cuyo objetivo es analizar en profundidad el concepto de “left-behind” para caracterizar las desigualdades territoriales a las que se enfrentan determinadas zonas y, a partir de ahí, identificar estrategias para abordarlo. Esto significa no sólo adquirir conocimientos sobre los factores que impulsan las desigualdades en las zonas caracterizadas como “left-behind”, sino también sobre lo que impulsa la percepción de estas zonas como “left-behind” entre sus habitantes.

La nueva web donde se irán publicando los avances del proyecto es:

www.exit-project.eu

Continuar leyendo¡Arranca el proyecto EXIT!

Las otras secuelas del COVID: impacto de la pandemia sobre el desempleo registrado en Asturias

Además de los efectos sobre diversos indicadores sanitarios, el impacto socioeconómico que las sucesivas olas del virus Covid19 han tenido en nuestra región se intuyen también importantes. Las diversas medidas diseñadas para mitigar su propagación ha afectado a la actividad económica, afectando tanto al nivel de actividad económica como a los hábitos de consumo. Las restricciones a la movilidad y a la propia actividad económica implementadas en los primeros meses de la pandemia y las regulaciones destinadas a reducir el contacto social que se llevaron a cabo con posterioridad han golpeado de manera general a los sectores económicos y a los territorios, si bien su intensidad ha sido también desigual. En este número del observatorio pretendemos estudiar cuál ha sido el efecto de esta crisis generada por la pandemia en el caso de Asturias, prestando atención a uno de los indicadores de referencia del mercado laboral como es el número de personas inscritas como desempleadas en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Para ello, analizamos las series mensuales de desempleados desde inicios de 2008 hasta febrero de 2020, tratando de extraer los patrones que ayudan a describir su comportamiento y predecir sus valores futuros. Una vez efectuado esto, comparamos las cifras que estas predicciones arrojarían entre marzo de 2020 y diciembre de 2021 con las cifras realmente registradas, y estimamos el impacto del COVID en términos de desempleo como la diferencia entre ambas. Este análisis se ha llevado a cabo tanto a nivel regional como prestando atención a grandes grupos de municipios. Nuestras estimaciones sugieren que, a escala regional, el efecto del COVID hizo aumentar la cifra de desempleados en torno a un 21% aproximadamente, si bien se observa cierta heterogeneidad dentro de Asturias.

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André Torre (National Institute for Agronomic Research), presidente de European Regional Science Association (ERSA)  nos visitará durante los días 23-25 de noviembre.  Se trata de un investigador con una gran trayectoria en temas que relacionan economía industrial y espacio, por lo que será de gran interés dentro de la actividad investigadora del grupo.

Podéis obtener más información sobre su trayectoria a través del siguiente enlace:

http://andre-torre.com/EN/andre_torre_accueil.php

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Hoy viernes, 14 de octubre, a las 16:00 horas y en Salón de Grados de la Facultad de Economía y Empresa de Oviedo, se ha realizado la exposición y defensa de la tesis doctoral de Francisca Toro Álvarez, titulada “Contaminación del consumo de los hogares españoles a través de las dimensiones de espacio, tiempo y género”. Este trabajo doctoral ha sido dirigido por Esteban Fernández Vázquez (REGIOlab) y Mónica Serrano Gutiérrez, del Programa de doctorado en Economía y Empresa.

¡Enhorabuena!

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Evolución del coste de vida de los hogares asturianos: un análisis espacial y por nivel de renta

Después de una década de niveles de inflación relativamente bajos, esta se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los responsables de la política económica. La crisis de la COVID-19 se desarrolló con niveles de inflación bajos y estables y, de repente, de forma inesperada, cuando las economías encaraban ya la recuperación post pandemia, se produce un violento brote inflacionista que lleva la tasa de inflación a niveles desconocidos desde hace 40 años. Al principio, los economistas analizamos el fenómeno como un crecimiento de los precios impulsado desde el lado de la oferta debido al estancamiento de las cadenas de valor producido por la pandemia y al crecimiento de los precios de las materias primas, considerándolo un proceso transitorio que iba a ir diluyéndose a medida que retornara la normalidad. Sin embargo, la aceleración del proceso inflacionista y el shock de los mercados energéticos por la invasión rusa de Ucrania ha cambiado la percepción, pasando de ser un fenómeno “transitorio” a ser considerada una inflación “persistente”.
El aumento más retrasado pero significativo de la inflación subyacente, aquella cuya medida excluye los alimentos sin elaborar y los bienes energéticos, conlleva la identificación de dos fenómenos adicionales. El primero, que la pérdida de poder adquisitivo de los salarios desencadenará una espiral precio-salarios difícil de controlar. El segundo fenómeno es el de las expectativas, lo que la gente o los mercados creen sobre la inflación futura, que señalarán hacia más inflación. Esta situación puso a los responsables de la política económica en la tesitura de actuar, aunque con reticencias ante la favorable marcha del crecimiento de la producción y del empleo y lo contradictorio de algunos análisis económicos. Fueron algunos de los economistas más influyentes, como Blanchard o Summers, los que dieron el empujón definitivo a los responsables de política económica de EE.UU. al señalar que la inflación estaba impulsada también por el lado de la demanda. Los ahorros generados durante la pandemia y los generosos estímulos públicos destinados principalmente a familias y a empresas impulsaron la demanda; el cambio en la demanda hacia bienes duraderos ocurrido durante la pandemia y el bajo desempleo y la existencia de vacantes sin cubrir eran claros indicadores que empujaron a la Reserva Federal a actuar con determinación aplicando políticas restrictivas.
En la eurozona la situación era diferente, no había síntomas de un crecimiento excesivo de la demanda, por lo tanto, las políticas restrictivas no eran la receta. Sin embargo, la contundencia de la Reserva Federal al aplicar sucesivas subidas de los tipos de interés presiona al BCE para que con cautela y tiento siga la senda de la política restrictiva, retirando el programa de estímulos monetarios y preparando el terreno para la subida de los tipos de interés.
Pero existe otro aspecto de la inflación más allá de las consideraciones macroeconómicas que es el que vamos a analizar en este observatorio. La inflación conlleva una caída de la renta real de los ciudadanos. Un reciente informe de la OCDE muestra que, aunque las perspectivas de crecimiento del PIB son positivas, las de la renta real disponible es negativa para los países desarrollados. Además, la inflación tiene un impacto desigual sobre la renta real de los diferentes grupos socioeconómicos, siendo los más afectados los hogares con renta más bajas.

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