Evolución del coste de vida de los hogares asturianos: un análisis espacial y por nivel de renta

Después de una década de niveles de inflación relativamente bajos, esta se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los responsables de la política económica. La crisis de la COVID-19 se desarrolló con niveles de inflación bajos y estables y, de repente, de forma inesperada, cuando las economías encaraban ya la recuperación post pandemia, se produce un violento brote inflacionista que lleva la tasa de inflación a niveles desconocidos desde hace 40 años. Al principio, los economistas analizamos el fenómeno como un crecimiento de los precios impulsado desde el lado de la oferta debido al estancamiento de las cadenas de valor producido por la pandemia y al crecimiento de los precios de las materias primas, considerándolo un proceso transitorio que iba a ir diluyéndose a medida que retornara la normalidad. Sin embargo, la aceleración del proceso inflacionista y el shock de los mercados energéticos por la invasión rusa de Ucrania ha cambiado la percepción, pasando de ser un fenómeno “transitorio” a ser considerada una inflación “persistente”.
El aumento más retrasado pero significativo de la inflación subyacente, aquella cuya medida excluye los alimentos sin elaborar y los bienes energéticos, conlleva la identificación de dos fenómenos adicionales. El primero, que la pérdida de poder adquisitivo de los salarios desencadenará una espiral precio-salarios difícil de controlar. El segundo fenómeno es el de las expectativas, lo que la gente o los mercados creen sobre la inflación futura, que señalarán hacia más inflación. Esta situación puso a los responsables de la política económica en la tesitura de actuar, aunque con reticencias ante la favorable marcha del crecimiento de la producción y del empleo y lo contradictorio de algunos análisis económicos. Fueron algunos de los economistas más influyentes, como Blanchard o Summers, los que dieron el empujón definitivo a los responsables de política económica de EE.UU. al señalar que la inflación estaba impulsada también por el lado de la demanda. Los ahorros generados durante la pandemia y los generosos estímulos públicos destinados principalmente a familias y a empresas impulsaron la demanda; el cambio en la demanda hacia bienes duraderos ocurrido durante la pandemia y el bajo desempleo y la existencia de vacantes sin cubrir eran claros indicadores que empujaron a la Reserva Federal a actuar con determinación aplicando políticas restrictivas.
En la eurozona la situación era diferente, no había síntomas de un crecimiento excesivo de la demanda, por lo tanto, las políticas restrictivas no eran la receta. Sin embargo, la contundencia de la Reserva Federal al aplicar sucesivas subidas de los tipos de interés presiona al BCE para que con cautela y tiento siga la senda de la política restrictiva, retirando el programa de estímulos monetarios y preparando el terreno para la subida de los tipos de interés.
Pero existe otro aspecto de la inflación más allá de las consideraciones macroeconómicas que es el que vamos a analizar en este observatorio. La inflación conlleva una caída de la renta real de los ciudadanos. Un reciente informe de la OCDE muestra que, aunque las perspectivas de crecimiento del PIB son positivas, las de la renta real disponible es negativa para los países desarrollados. Además, la inflación tiene un impacto desigual sobre la renta real de los diferentes grupos socioeconómicos, siendo los más afectados los hogares con renta más bajas.

Continuar leyendoObservatorio Nº 63

El impacto de la escalada del precio de los combustibles: una panorámica sectorial y regional

En este número del observatorio se estudian los efectos que los incrementos en los precios de los productos energéticos importados trasladan tanto al sistema productivo como a los consumidores, empleando un modelo multisectorial de transmisión de costes para el conjunto de regiones de la Unión Europea. Para la estimación del modelo se han empleado datos de comercio intersectorial provenientes de la Comisión Europea y de la Encuesta de Presupuestos Familiares. Nuestro análisis simula el comportamiento de la economía asturiana asumiendo un escenario donde los precios de los productos energéticos importados por la UE sufren un incremento del 100%, prestando atención como este incremento se traslada a los costes de producción de las diferentes ramas del tejido productivo y al coste de vida soportado por las familias. Los resultados obtenidos muestran un incremento sobre los costes de la economía asturiana del 4,74%, pero con gran heterogeneidad en las diversas ramas de actividad. Los principales efectos, como era de esperar, se concentran en la rama de minería y energía, y en la industria química, combustibles y derivados. Este alza en los costes de producción se traslada también al consumo final, por lo que también se han investigado los efectos indirectos que un incremento de precios como el simulado supondría sobre la familia asturiana promedio, estimándose que el aumento en su coste de vida es del 4.5% aproximadamente, pero pueden llegar a rondar el 6% para determinados tipos de hogar.

Continuar leyendoObservatorio Nº 62

El próximo lunes, 28 de marzo, tendrá lugar la presentación del último informe de la Cátedra para el análisis de la Innovación en Asturias, C_innova, bajo el título “Innovar para crecer: análisis del efecto del esfuerzo inversor en I+D+i sobre la productividad de las regiones españolas”. 

La cátedra está impulsada por la Consejería de Ciencia, a través de GITPA, en colaboración con la Universidad de Oviedo y tiene como misión estudiar el impacto económico y social de la investigación científica y la actividad innovadora. Dispones de más información en este enlace: https://www.cinnova.es/ 

El acto se celebrará a las 12:00 horas en el salón de actos del Palacio de los Condes de Toreno (Plaza Porlier, 9) y participarán el Consejero de Ciencia e Innovación, el Rector de la Universidad de Oviedo y los responsables de la cátedra: Fernando Rubiera y Esteban Fernández.

Continuar leyendoActo de la Cátedra para el análisis de la Innovación