Análisis sectorial de la economía asturiana para desarrollar proyectos de apoyo a la innovación coherentes con una estrategia regional de especialización inteligente
En este primer informe de la Cátedra para el estudio de la innovación en Asturias se ha propuesto un profundo estudio de la estructura sectorial de la región. El objetivo perseguido con ello es identificar las actividades sobre las que, a priori, resulta más oportuno implementar proyectos de apoyo a la innovación coherentes con una estrategia regional de especialización inteligente. Para ello, se han propuesto indicadores de especialización, productividad, competitividad y encadenamiento productivo. Se ha utilizado la información disponible más reciente del marco Input-Output de la Economía Asturiana proporcionada por SADEI, complementada con la información nacional de la Contabilidad Nacional de España y Europa (INE y EUROSTAT respectivamente). Esta información permite distinguir 65 sectores y calcular, para todos ellos, los indicadores propuestos con relación al conjunto nacional y de la Unión Europea. Los resultados se sintetizan en la Figura 3 del documento y en el Cuadro A1 del Anexo final.
El análisis aporta una radiografía muy precisa de la estructura sectorial de Asturias. Se evidencia, en primer lugar, la fragilidad de la economía regional, apenas especializada en sectores en los que tiene alta productividad relativa y destacada ventaja exterior. Sin embargo, también se constata la existencia de múltiples sectores con una buena posición en términos de productividad y competitividad, y sobre los que es posible desarrollar una estrategia regional de especialización inteligente.
Destaca el potencial agroalimentario de Asturias, tanto por actividades primarias, que en general presentan alta productividad relativa, como por la existencia de varias industrias agroalimentarias bien posicionadas en términos de productividad relativa, balanza comercial relativa y encadenamientos productivos. Entre ellas, sobresalen las industrias lácteas; sector que puede liderar una estrategia de desarrollo de productos agroalimentarios de calidad. Además, la fortaleza hostelera de la región y el crecimiento del turismo pueden servir como canales de distribución compatibles con un enfoque productivo más vinculado al turismo y al ocio que a la venta al por mayor.
El sector metalúrgico asturiano sigue siendo líder en Europa en términos de productividad. Sin embargo, la fabricación de productos metálicos, en la que la región está especializada, presenta productividades relativas inferiores a la media de la UE27. Todo ello aconseja impulsar proyectos de cooperación e innovación entre empresas industriales, con atención preferente a la cooperación entre actividades directa o indirectamente vinculadas a la metalurgia.
Hay dos apuestas fundamentales en toda Europa: la digitalización y la transición energética. Para afrontar la transición energética Asturias cuenta con un sector energético regional que destaca por tener una alta productividad relativa. El sector de la energía es, además, un sector con fuerte capacidad de arrastre y empuje sobre otras actividades. No obstante, conviene tener en cuenta que el sector energético es poco capaz de generar empleo al ser muy intensivo en capital. La creación de empleo puede venir más por sus encadenamientos productivos que por una capacidad directa de creación de empleo en el propio sector. En la digitalización de una economía entran en juego múltiples sectores. La situación de Asturias respecto a muchos de ellos es de debilidad. Sería conveniente apoyar sectores como el de actividades informáticas y servicios de la información para evitar que el impulso para generar una transformación digital tenga lugar sin propiciar innovación y modernización tecnológica regional. Sin embargo, el sector de telecomunicaciones regional escapa a esta caracterización al mostrar alta productividad relativa e identificarse como un sector clave, con fuerte capacidad de empuje y arrastre.
Tanto Asturias como España y Europa afrontarán a lo largo de los próximos años un aumento de la población mayor de 65 años. En consecuencia, es previsible que la demanda de los sectores vinculados a la población envejecida experimente un crecimiento significativo. La sanidad pública de la región tiene niveles de productividad relativa superiores a la media de la UE27. Otras actividades con alto potencial de demanda por la tercera edad tienen igualmente altos niveles de productividad relativa. Todo ello puede servir para sustentar una estrategia general orientada a destacar a Asturias como una región de alta calidad de vida, en la que se entrecrucen el potencial del turismo rural, el empuje del sector agroalimentario y el prestigio del sector sanitario.
Por último, hay que remarcar el potencial del sector terciario asturiano. Más allá del comercio y la hostelería, sectores sólidos de la economía regional actual, llama la atención el potencial de los servicios de arquitectura e ingeniería, los servicios financieros y otras actividades terciarias intensivas en conocimiento. La importancia de algunas de estas actividades reside en su capacidad para atraer industria avanzada, como ocurre con los servicios de ingeniería. Para impulsar su potencial sería recomendable integrar el espacio urbano regional, de modo que se favorezca el aprovechamiento de las externalidades positivas derivadas de las potenciales economías de aglomeración existentes en el área central. Este impulso pasa por fomentar una movilidad sostenible en el área central, integrar plenamente su mercado de trabajo y sustituir la competencia local por una cultura de cooperación entre instituciones.